lunes, 6 de julio de 2015

Grecia, un momento oportuno para la revolución democrática

En el 2014, cuando Tsypras estaba en plena campaña, y llamaba a reestructurar la deuda, o directamente a no pagarla. Cuando manifestaba su oposición frente a la unión europea y la desigualdad que hay entre los países que la integran. O mismo cuando  ponía por encima el pueblo  ante la Troyka (Comisión Europa, Banco Central Europeo, FMI). Era una  esperanza en el viejo continente, era una esperenza que florecía en la  Península Helénica. Uno de los tantos países que sufre las consecuencias del neoliberalismo, las consecuencias de no tener soberanía nacional ni independencia económica para esparcir justicia social.
El 25 de enero de 2015, Alexis Tsypras  del partido Syriza  pasa a la historia siendo electo  con el 36%  de los votos anteponiéndose al bipartidismo heleno, a la propaganda mediática del poder real, y a los ataques recibidos por la mayoría de los presidentes de los pueblos europeos.  Las expectativas eran grandes, un nuevo modelo político entraba a la cancha a demostrar si iba a poder enfrentar al establishment europeo. El líder de Syriza ni bien asume como gesto, toma la decisión política de reabrir la TV pública griega (ajuste pedido por la troyka) esté había dejado más de 1000 trabajadores en la calle, y un estado sin señal televisiva. Es un hecho que inquieta un poco el corazón latino, ya que Nestor Kirchner en el 2003 al segundo día de su mandato fue a solucionar un paro que había en Entre Ríos. El gesto no lo era todo pero el ministro demostró tener decisión política, nadie creía que este joven sin corbata (recuerdo los mocasines) iba a avanzar contra viento y marea luchando contra los grupos concentrados europeos. Como  manifestaba en su campaña Tzypras cree de suma importancia rever  la relación del estado con la UE el BCE y el FMI, y generar una política a largo plazo frente a la deuda, ¿Por qué?


El primer ministro entiende a la UE como un bloque que hoy  en día no integra a las naciones sino todo lo contrario acrecienta las desigualdades entre países y esta no solo beneficia los países tradicionales europeos (Alemania-Francia).  La Troyka viene desfinanciando a los estados-naciones, y los despoja de  su autonomía económica, hoy en día países como Grecia no tienen decisiones políticas respecto a lo monetario, lo comercial,  lo fiscal y lo financiero.
La deuda  entra en esta última categoría, hoy significa el 180% en relación al PBI griego (342 mil millones de euros). Para no entrar en default la península debe cumplir con pagos frente a los vencimientos de deuda. Al estar en déficit (esta desindustrializada, el mercado interno devastado, y no decide sobre su política fiscal), y al no poder desde el estado generar o conseguir divisa (sin políticas cambiarias ni monetarias, ni comercial) de ninguna manera. Grecia tiene que pagar a costas del endeudamiento. La unión europea y su interna relación con los organismos financieros instan a estos países vulnerables a seguir hundiéndose en la agonía. Es decir no solo tiene que endeudarse, también tiene que aceptar recetas neoliberales que atentan al financiamiento del estado y al bolsillo de todo el pueblo.
 A 5 meses de su victoria, el gobierno griego en medio de las renegociaciones por las deudas, profundiza la democracia en su país y llama a un referéndum para ver si las personas aceptan las medidas que imponen los organismos para seguir endeudándose en un nuevo salvataje o intentar algo diferente para salir de esta crisis eterna.  La receta del FMI impone privatizar las empresas de bienes y servicios como la electricidad, aumentar el IVA al 23%, bajar las pensiones un 6% y subir la edad jubilatoria a 67 años. Los ajustes traen como consecuencia un estado  desfinanciado, un pueblo sin capacidad de consumo y unas minorías con cada vez menos derechos. Votar a favor de estas recetas en un suicidio.
Tzypras, corrió a la UE con una instancia  colectiva, y representativa, “la decisión está en sus manos”, expresaba el primer ministro confiando en las bases populares. Sin embargo la UE reacciono e intento presionar por medio del default al pueblo griego. Lo que conllevo la decisión de cerrar los bancos y un cierre de la bolsa, para que no se fuguen los capitales y no puedan terminar de quebrar a Grecia. Representantes de la UE como  Martin Schulz, presidente del parlamento europeo, salió a evidenciar su preocupación por el referéndum e insto a Grecia a irse del euro sí el pueblo no acepta las condiciones que se le imponen.  El pueblo se mostró en las calles bancando la decisión de un líder que es transgresor y no deja las convicciones  en la puerta del palacio del Parlamento Helénico.
Los comicios electorales están terminando en este momento (cuando escribo este articulo), los primeros sondeos dan como ganador al “NO” por el 60%. El pueblo griego eligió su soberanía popular-nacional, no quiere más las políticas conservadoras, no quiere mas someterse a las imposiciones extranjeras, y quiere salir a delante por medio de autonomía y decisiones políticas. Hoy podemos decir que los países del sur europeo están en instancias  decisivas, demuestran estar despiertos y que miran hacia otro horizonte. Hoy Grecia se ampara bajo los precedentes latinoamericanos para combatir al FMI y lucha con herramientas técnicas en beneficio del pueblo. Hoy el pueblo manifiesta su apoyo a Alexis Tzipras, se puede decir que la espada Bolivariana recorre las costas  de mitos y leyendas, el populismo latinoamericano de Perón y Chávez se hace presente en la capital del saber, Atenas. Y la plaza Sintagma se llena de barbaros que vienen del sur. El autodeterminismo de los Helenos volvió a dar otro paso en la revolución democrática queflorece en el viejo continente.

Eliel Lopez Soto

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