La dicotomía de una ley que se divide entre
la alegría de los trabajadores municipales y el malestar de los dirigentes del
Frente Renovador
Más allá del rechazo del Frente Renovador que aun se
obstina en intentar conservar medidas impuestas por la flexibilización laboral
de los 90, la legislatura de la provincia de Buenos Aires, el 20 de
noviembre sancionó un
nuevo marco regulatorio para las relaciones laborales entre los 135 municipios
y sus empleados, el cual, entre otros puntos, crea las paritarias municipales
obligatorias y la implementación del salario mínimo vital y móvil.
En Almirante Brown, el delegado de la agrupación
sindical La Celeste, Walter Ortega, afirmo que “Jose Fernadez que es secretario general del municipio y
secretario legal y técnico de la federación de municipales, impulsaba la derogación
de esta ley, en línea con su espacio político, el Frente Renovador que fue el único
bloque que voto en contra, tanto en diputados como en senadores. Esta ley, que
es sin duda un beneficio históricamente reclamado, fue rechaza por nuestros
dirigentes que son de la federación histórica, lugar de donde emerge el actual
intendente Daniel Bolettieri”
A partir del día de la promulgación, la
provincia tiene 180 días para reglamentar la ley, luego de eso cada municipio
contara con el mismo tiempo para materializarla, agregando sus
adecuaciones y reglamentaciones particulares.
Esta ley fue impulsada por el
diputado provincial del Frente para la Victoria-PJ Hernán Doval en coordinación
con la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) y los intendentes de la
Federación Argentina de Municipios (FAM).
En Almirante Brown, esta ley fue
fuertemente militada por La Celeste y su reciente promulgación se recibió con gran alegría,
en ese sentido, el trabajador municipal Eduardo Abregu reconoció que “tanto
Doval como el vicegobernador Gabriel Mariotto y el presidente de la cámara de
diputados, Eduardo Gonzalez, hicieron un gran trabajo generando consenso para
que este sueño de tener una ley sea una realidad”
Por su parte, Ortega también marco
que “la ley contempla que aquellos trabajadores que tengan más de 1 año en
planta temporaria, automáticamente deberán pasar a planta permanente, cosa que
logro el entusiasmo aun de aquellos trabajadores que tienen simpatía con el
Frente Renovador, pero no pueden manifestarlo porque les tienen tapada la boca,
y esto genera malestar entre sus dirigentes que hicieron de todo por boicotear
la ley”
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