miércoles, 14 de mayo de 2014

Giustozzi y los pesares de la gula de poder

Cuando lo único que impulsa a un dirigente es la ambición desmedida de poder, signada por un proyecto personal, el único destino posible es la soledad.

A partir de una desafortunada argumentación, Darío Giustozzi, Intendente de Almirante Brown y también diputado nacional del massismo, dado que que el HCD de Brown aun no trato su renuncia, quedaron en evidencia algunas de las diferencias que existen dentro del bloque en el Congreso nacional. Es un conflicto de modos, donde muchos de los integrantes del FR comienzan al maldecir el día en que, el aun intendente de Brown, ingreso al espacio massista.
La reacción de Alberto Roberti, en ese sentido, probablemente esconda una puja en la carrera por 2015. Sucede que Giustozzi apunta a postularse a la Gobernación bonaerense, según anunció el mismo en mayo del año pasado, y la esposa del dirigente gremial, Mónica López, insinuó -en varias ocasiones- que tiene las mismas aspiraciones.
Roberti tomó los dichos del browniano sobre el supuesto pacto que existiría entre Cristina Fernández de Kirchner y el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, una afirmación que no terminó de caer bien en el seno del Frente Renovador. “Son consideraciones de Giustozzi, no me consta y no las tengo por qué suscribir”, afirmó el líder de los petroleros.
La conocida egolatría de Giustozzi en Brown, ya empieza a generar enemigos fuera del distrito y hasta en su propio espacio“es una persona especialísima que trabaja casi como un profesional del apriete, intentando llevar las cosas de acuerdo a su estilo personalista y no estoy de acuerdo. Por lo tanto no comparto nada de su ideario y su visión de la política”, arremetió el también diputado nacional y hombre del peronismo opositor en Avellaneda.


“La actitud es ‘Me dan lo que quiero o amenazo con posiciones extremas’. Esas son cosas que no le hacen bien al Frente Renovador. Eso ha sido una actitud continua, en los últimos meses, de parte de Darío Giustozzi”, continuó y advirtió que ninguno de los dos tiene “relación política” a pesar de la posición que comparten en la bancada.
También vale recordar que los dos distan de ser miembros accesorios en la tira dentro de la Cámara Baja. Por el contrario, el ex Jefe comunal de Brown es el Presidente del bloque y Roberti es el Vicepresidente en la conducción.
Para el líder natural de la fuerza, Sergio Massa, esta desinteligencia supone un problema de armado puertas adentro y revela el grado de desconfianza que suscita la figura de Giustozzi, cuyo gran alto de arrogancia ha dejado de ser un rumor, para convertirse en un cruda certeza. Quien, en realidad, fue un ingreso de último momento a sus huestes: rompió con el Frente para la Victoria recién cuando vio que su proyecto personal de suceder a Daniel Scioli estaba amenazado por el inminente ascenso de Martín Insaurralde, elegido como primer candidato a diputado nacional del oficialismo en la provincia, hecho que iba a ponerlo naturalmente en la puja por el codiciado sillón de Dardo Rocha, minando sus propias chances.
Una vez mas Giustozzi se encuentra cerrando caminos fruto de su arrebatado ego que obedece a un proyecto personal, siempre lejano a cualquier ideal de construcción colectiva.

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