lunes, 6 de octubre de 2014

A respirar profundo y esperar segunda vuelta

Las elecciones en Brasil, en el marco de una disputa que se extiende en todo el continente Latinoamericano: Patria o corporaciones.

Tras una previa llena de matices, desde la disputa por la candidatura del partido trabajador, hasta la extorsión por medio del secuestro de un hotel para que Dilma renuncie a su candidatura. Como no podía ser de otro modo la actual primera jefa de la republica del Brasil se impuso ante los candidatos del poder Imperial. Con el 95% de las mesas escrutadas, Russef  gana la primera vuelta por el 41% ante el 33% de Aecio. 
En primer lugar, es un suspiro para esta Latinoamerica libre, ya que entre la abatida de EEUU, y la lucha de los poderes concentrados que no quieren  perder más privilegios, otra vez la POLÍTICA se impone ante la POLITIQUERIA BANAL de la oposición  que solo defiende los intereses corporativos. Cabe aclarar que hoy es el primer paso en esta  ronda electoral a nivel región, será seguida por las elecciones en Bolivia con la Reelección de Evo. Ya el año que viene hay elecciones parlamentarias en la republica bolivariana y el 2015 finaliza con un nuevo presidente en la republica argentina.  En todos los países la disputa es la misma, un proyecto político con sus particularidades de país pero con un eje en común, buscar la justicia social, la independencia económica y la soberanía política frente a los poderes concentrados que quieren volver al neoliberalismo, con la ausencia del estado, liberar el mercado y ceder los recursos a los privados.
El 5 de octubre, Dilma ganó, no fue arrollador pero consiguió dar el primer paso. Y como bien dijo Lula “mañana hay que seguir trabajando”, las disputas que promete para los futuros años el partido trabajador son muy importantes, una es la ley de medios, una discusión que se retraso en Brasil, y día a día le afecta al gobierno, porque OGLOBO acapara y monopoliza las voces.  Otra de las políticas es la revolución tecnológica creando “Banda larga para todos”, teniendo internet en todo el país. La reforma más importante que promulga Dilma es una reforma política para combatir la corrupción. Obviamente todo está bajo el mismo lema profundizar. Seguir mejorando las condiciones sociales de todos los brasileros, y dar igualdad de oportunidades. 


El que se enfrentara en la segunda vuelta es Aecio Neves, se lo puede catalogar como un candidato de centro derecha (Partido de la unión democrática brasilera) que  no deja en claro el proyecto político que tiene, pero habla de la apertura en nuevos mercados, y  el eje principal es atacar al gobierno por corrupción, cualquier coincidencia con Capriles (Venezuela) y Massa (Argentina) es pura casualidad. La que quedó afuera del Ballotage, pero asume un papel importante es Marina Silva, quien logró el 20% de los votos, y su discurso no es de una oposición sesgada sino que acepta las cosas que se hicieron bien durante los últimos años de Dilma, es por eso que el Stablishment no la eligió como su candidata. Una de sus fuerzas más importantes es el PS, años atrás era oficialista, es por eso que se puede prever que gran parte de estos votos irán para el lado Oficialista.
Rouseff  en su discurso, agradeció y dejo en claro que ella es la ganadora de las elecciones, le agradeció no solo a los movimientos sociales de su partido, sino también a los opositores bajo las palabras:  “agradezco a esos militantes aguerridos de las distintas fuerzas que luchan a diario por un Brasil mejor”, sin perder  tiempo, intentó atraer el voto del PS. Otra agradecimiento importante fue a Lula da Silva quien tuvo una gran importancia en estas elecciones.
 Siguió su discurso, “los constructores del futuro no quieren volver atrás”, sino que “estos constructores quieren avances, quieren cambios más profundos”, haciendo referencia a su plataforma y los grandes cambios que vienen en Brasil, si ella sigue siendo la presidenta.
Finalizó hablando de los “fantasmas del pasado” esos que hoy hablan de prosperidad y cuestionan al PT, pero cuando estaban en el poder gobernaban para un tercio de la población, son los mismos que quebraron  tres veces el país, dejaron a la población sin universidad pública,  trataron a los jubilados como vagabundos, y bajo el lema de los militantes “el pueblo unido jamás será vencido” cerró el discurso diciendo “son los que se arrodillaron y quieren volver a arrodillarse ante el FMI.”
Con un respiro profundo, Latinoamérica espera atentamente y un poco más tranquila la victoria de Dilma en segunda vuelta.


Eliel López

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