lunes, 6 de octubre de 2014

La profundización del abandono

Que Glew es una localidad olvidada por ejecutivo municipal ya no es novedad para nadie en Almirante Brown, aunque la particular saña que se emplea con algunos barrios no deja de llamar la atención.

Los vecinos de los Alamos, barrio que está en el límite entre  Longchamps y Glew, se muestran muy alarmados por el zanjón ubicado en la calle Manuela Pedraza, entre  Roberto J. Payro y Carlos Dihel, que se extiende a través del barrio generando un inmenso foco infeccioso de agua estancada, a base de residuos cloacales y ratas inmensas, que en numerosa ocasiones, hasta entran en las casas aledañas. En épocas de verano hay una inmensa  proliferación de mosquitos y el zanjón despide un olor tan nauseabundo que el aire se vuelve irrespirable.


A esto se le suman las continuas inundaciones que anegan al barrio, tornando intransitable la calle Pedraza, y según relatan los vecinos,  en varias ocasiones han impedido el ingreso de ambulancias.
La respuesta de la municipalidad a esto se ha reducido a repartir veneno para ratas entre los vecinos, por única vez, hace tres años y a tirar piedras sobre Pedraza hace 15 años.
El municipio insiste en su política de abandono de la periferia, pero en barrios como este, llegan a punto que se torna absolutamente insostenible.

Los vecinos se encuentran en una situación de clara impotencia, ante la vulnerabilidad a la que son expuestos por parte de un ejecutivo del Frente Renovador, que cuenta con una abrumadora mayoría en el concejo deliberante, legislando de espaldas a las verdaderas necesidades de los vecinos.

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