Que Glew es una localidad olvidada por ejecutivo
municipal ya no es novedad para nadie en Almirante Brown, aunque la particular
saña que se emplea con algunos barrios no deja de llamar la atención.
Los vecinos
de los Alamos, barrio que está en el límite entre Longchamps y Glew, se muestran muy alarmados
por el zanjón ubicado en la calle Manuela Pedraza, entre Roberto J. Payro y Carlos Dihel, que se
extiende a través del barrio generando un inmenso foco infeccioso de agua
estancada, a base de residuos cloacales y ratas inmensas, que en numerosa
ocasiones, hasta entran en las casas aledañas. En épocas de verano hay una
inmensa proliferación de mosquitos y el zanjón
despide un olor tan nauseabundo que el aire se vuelve irrespirable.
A esto se le
suman las continuas inundaciones que anegan al barrio, tornando intransitable
la calle Pedraza, y según relatan los vecinos,
en varias ocasiones han impedido el ingreso de ambulancias.
La respuesta
de la municipalidad a esto se ha reducido a repartir veneno para ratas entre
los vecinos, por única vez, hace tres años y a tirar piedras sobre Pedraza hace
15 años.
El municipio
insiste en su política de abandono de la periferia, pero en barrios como este,
llegan a punto que se torna absolutamente insostenible.
Los vecinos
se encuentran en una situación de clara impotencia, ante la vulnerabilidad a la
que son expuestos por parte de un ejecutivo del Frente Renovador, que cuenta
con una abrumadora mayoría en el concejo deliberante, legislando de espaldas a
las verdaderas necesidades de los vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario