La
puesta en escena de cara a la marcha opositora del 18F sigue en rumbo hacia su
fin único: esmerilar la imagen de Cristina Fernandez de Kirchner
Con la aparición del fiscal Gerardo Pollicita, que fue dirigente de Boca en tiempos en que Mauricio Macri era presidente, continua la causa que dejo pendiente la muerte del fiscal
Nisman, sobre la denuncia a la presidenta. Como primer medida decidió ir sobre
su imputación.
Es
absolutamente necesario destacar que
este fiscal fue uno de los que adhirieron a la marcha opositora del 18 F, junto
con otros fiscales enfrentados con el gobierno, como por ejemplo, Raúl Pleé y
Carlos Stornelli.
Esto se vuelve desopilante, al recordar que Gerardo Pollicita
fue secretario de Pleé: quien fuera irónicamente acusado por el propio Nisman,
por el CELS y Memoria Activa, por "cajonear" la citación de los
imputados en el juicio por encubrimiento por el atentado a la AMIA.
Numerosos dirigentes y referentes del Frente para la Victoria
hicieron notorio su repudio hacia esta medida del fiscal, tal fue el caso del
concejal y presidente del PJ de Almirante Brown, Juan Fabiani, sosteniendo que “esta
imputación reviste un carácter de ridiculez y oportunismo que no podemos dejar
de repudiar con firmeza, lo más rancio de la corporación judicial sigue
atacando a una presidenta que no va a dudar un segundo en seguir ampliando esta
democracia y eso incluye al poder judicial. Por eso estos manotasos de ahogado por
parte de gente que se niega a entender que el paso de la nueva Argentina yo no se va a detener, porque
tenemos la conducción de nuestra presidenta y un increíble volumen de
militancia que la va a defender a capa y espada”.
El recorrido de Pollicita continua, en 2012 fue recusado por
Lorena Martins, quien le había iniciado una causa a su padre (ex agente de la
SIDE, Raúl Martins) por un grave caso de trata de personas, en el que también
se enredan directivos de Boca y funcionarios del PRO.
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